EL EXTRAÑO CASO DE PALMEIRAS Y ARTURO ÁLVAREZ.
Cuando uno llega a jugar a las instalaciones de Palmeiras es como si llegara al Bernabéu, grande, bonito y en una esquina del imponente estadio de futbol se levanta una instalación deportiva de varias plantas donde tienen cabida las diferentes secciones deportivas del club.
Palmeiras es un Club histórico de Sao Paulo, ha ganado Ligas, de sus filas han salido jugadores importantes y mantiene una estructura que desde fuera asusta.
Días después de mí fichaje en Mogi das Cruzes, el asturiano Arturo Álvarez fichó también en Brasil, en Palmeiras, en principio puedo decir que tuve hasta una sana envidia, vivir en una Ciudad como Sao Paulo, en un Club mítico, etc....
Días después, poco a poco se me fue disipando, el glamour de vivir en la Capital, que locura, el tráfico de Madrid es una bendición comparado con el de aquí y la tranquilidad de Mogi no la cambio por nada.
Además, según iba hablando con Arturo y comparábamos la forma de actuar y la organización de nuestros respectivos clubes, no daba crédito a lo que me contaba.
A nuestros consabidos problemas comunes de visado de trabajo y permisos de CREFF (aquella historia truculenta de la que nunca más se supo cuando la Liga expidió nuestras licencias), a Arturo se le unían los problemas de intendencia interna.
Mi Club, no fichaba americanos, la economía mandaba, ni tampoco otros jugadores.
Por contra Palmeiras reforzaba el Equipo con la llegada de yankis de un nivel más que aceptable y que a medida que la competición avanzaba evidentemente daban resultados.
Sorprendía la dejadez del Club, según me contaba Arturo en cuanto a organización.
El Entrenador ha estado viviendo en un Hotel, los jugadores extranjeros compartían piso sin demasiadas comodidades básicas, me contaba algunos problemas en viajes, bueno cosas del día a día.
Pero todo a ido a peor en los inicios de marzo, nuestro visado de tres meses expiraba a principios de mes, mi Club en previsión ya había depositado todo el protocolo para solicitar y recibir un nuevo visado de trabajo para un año de duración.
Palmeiras no hizo nada y cuando Arturo acudió a la Policía Federal, casi que terminó detenido, le marcaron un plazo de salida del País, tuvo que pagar una multa y esperar acontecimientos desde el Club.
La semana pasada el Equipo tenía doble viaje a Brasilia y al norte del País, a Fortaleza, Arturo no viajó, realmente no podía acudir a un aeropuerto, si no era para salir de Brasil.
Además del Hotel donde vivía lo invitaban a marcharse, el Club lo mandó a otro del que tras dos noches también tuvo que salir y quedar alojado en la casa de nuestro amigo Jaime Arderius.
El pasado viernes 15, el Club llama al Entrenador y le dice que se tiene que ir, que no han conseguido arreglar nada y que tiene un billete para volar a España.
Arturo se paga el taxi al aeropuerto, al llegar no tiene el billete hablado y se tiene que comprar uno, pasa alguna que otra dificultad con la Policía en el control de pasaportes y finalmente vuelve a casa.
Desde luego no es la mejor manera de terminar el trabajo, no sabe si las buenas palabras para recibir las cantidades que le quedan por cobrar y los gastos que ha ido pagando por delante los recibirá y cuando sucederá.
Una pena que un Club tan grande, posiblemente traumatizado por su descenso futbolístico, no tenga más ojos que para su vuelta al primer nivel y a la Copa Libertadores que esta jugando.
Profesionales somos todos, de uno y otro deporte, lamentablemente Arturo no ha podido culminar un buen trabajo de varios meses, abriendo como yo una puerta en Brasil de la que en el futuro se beneficiarán otros compañeros.
Suerte en el futuro, aquí nadie se ha querido hacer eco de lo que ha pasado, yo termino la Liga en apenas dos semanas, no se sí continuaré, la experiencia ha sido buena, dura, exigente y mi disposición es total para seguir, ahora hay que esperar acontecimientos.
Un saludo.
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