RODEADOS DE
CORRUPCIÓN.
Como deportista que soy,
estoy acostumbrado a convivir con
la derrota como parte del juego.
Separando derrota de manipulación,
eso es lo que ahora mi mente debe de digerir.
La elección de la
Ciudad Olímpica del 2020 ha demostrado una vez más que la globalización de
nuestro planeta abarca también a la corrupción.
Por desgracia, cada día
tenemos más presente la corrupción de los que mandan, así, hace décadas parecía
que solo ocurría en países subdesarrollados, poco a poco se fueron conociendo
casos cada vez de países más cercanos, después en el propio y ahora ya hasta en
el Olimpismo, lo que por bandera se ha defendido como la pureza del
comportamiento social y el deporte.
Aceptar la tercera
derrota de Madrid como Ciudad Olímpica suena ya a mofa de los que por educación
prefiero no definir y que son esos personajes de los miembros del COI.
Si hace ocho años nos
dieron el portazo para que fuera Pekín, después Londres y luego Rio de Janeiro,
entiendo que ya es absurdo volver a intentarlo, hasta nuestras ya modernas y TERMINADAS
instalaciones se habrán convertido en viejas y obsoletas.
Incluso animaría a
descubrir y desenmascarar a todos aquellos que incapaces de justificar su decisión
y su voto, se cobijan debajo del manto protector como miembros “honorables” del
COI.
La clase de nuestro
País debe de estar por encima de semejante decisión, la marca España habla por
sí sola y la decepción que todos los españoles sentimos se tiene que
transformar en rabia para seguir siendo los mejores en tantas y tantas
especialidades.
El palo económico para
España es grande, más aún para nuestro deporte, necesitado de inversión, algo
que nuestros políticos no entienden, ojalá, esto sirva para mirar menos afuera
y entender mejor lo que pasa dentro.
Qué pena siento, que
asco me da tanta manipulación y que orgulloso de ser Español.
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