Aprovecho el título de la canción del grupo vallisoletano Celtas Cortos nacido en la entrañas del Instituto Delicias para escribir sobre mi Ciudad y su deporte y su cultura y su gente.
Lejos quedan los tiempos de la súper élite de muchos clubes alojada en una capital que no supera los 400 mil habitantes, la primera división era el status quo de nuestros equipos e incluso se luchaba por ganar títulos nacionales y continentales, la crisis (excusa para casi todo en este País) y sobre todo la mala gestión deportiva amenazo con arrasar casi de golpe a todo nuestro orgullo deportivo local.
Valladolid, que como yo presumía en Brasil, solo su Universidad tiene más de 700 años desde su fundación, ha cambiado mucho desde que yo era niño, sin dejar de ser una Ciudad industrial con las grandes factorías de Renault, Michelin e Iveco, a pasado ha ser una Capital administrativa, sede de las Instituciones regionales y en los últimos tiempos lucha por hacerse un hueco en las rutas de turismo interior.
Nuestras Bodegas con el mejor vino nacional, las Ferias y Concursos que casi cada fin de semana se celebran, la SEMINCI o los Pingüinos moteros a los que no se puede renunciar, nuestra cultura que se respira por las calles en forma de historia de España con todos sus monumentos, por no citar a escritores, actores, toreros, políticos, músicos, periodistas, diseñadores, salidos de nuestros Colegios y que dotan a nuestra Ciudad de un nivel muy superior a la media.
Capital Regional moderna con sabor antiguo, dotada ahora si buenas comunicaciones por carretera, avión y sobre todo raíles, necesita también del deporte de élite, ese que pasea nuestro nombre cada fin de semana por estadios, pabellones, periodicos, radios y televisiones.
Ese deporte que puede presumir con mayúsculas de ser cuna de grandes Entrenadores en muchas especialidades y que exporta sabiduría cada vez más lejos de casa, motivo de estudio sería el analizar el porque de tanto Técnico de prestigio salido de la misma Ciudad.
Por todo esto me duele ver al Pucela donde lo veo, por la parte baja de la tabla de Segunda División, sin encontrar un referente en el banquillo, cuatro inquilinos en dos años naturales, sin un saber a qué jugar y sobre todo con un ir y venir de jugadores mediocres que poco aportan a la historia de nuestro club, tristeza me produce no haber sido capaces de encontrar un camino donde el jugador local pudiera ser mayoría en el vestuario y dominante en el césped, la pérdida de identidad de un club empieza por ahí, el agujero económico que ahora se quiere tapar se debería de haber evitado, ¡¡¡ vamos mi Pucela!!!, quizá lo que más me duele a nivel personal es darme cuenta que casi ya ni me preocupa seguir un partido del Real Valladolid, que más da.
El Baloncesto merece capítulo aparte, son tantas las vergüenzas que esconder y tanto sinvergüenza que debería de responder a tantos despropósitos que a día de hoy la historia de mi club me merece mucho respeto pues soy parte de él pero me genera tanto asco la forma de haberlo hundido que creo que otro día con ganas de meterme en líos escribiré sobre ello.
Del actual Ciudad de Valladolid, como siempre respondo cuando me preguntan, este año se les debe de perdonar todo, excepto no cumplir con los pagos y cerrar el ejercicio con superávit.
Deportivamente se debe de aprender de los errores y las tres pifias en la contratación de sus jugadores foráneos lo están pagando muy caro.
Primero fue Matos, el mozambiqueño, que...al menos no llegó a venir, después Centeno que está demostrando no sólo muy poca profesionalidad sino también honestidad, su fichaje por Guaqueries no sólo lo deja a él en mal lugar y enterarse como se han enterado demuestra muchas cosas, se marchara en breve a su País, adiós majete, si no me ayudas a ganar, para perder no me haces falta, su menos cinco de valoración de ayer lo dice todo.
De Gillespie...a su actitud en el banquillo solo le falta el gin tónic en la mano, hay jugadores mejor que él en la Liga Senior provincial sin duda alguna, otro que es mejor que se marche cuanto antes.
Una pena, pues el compromiso del resto del equipo, empezando por los Entrenadores está más que demostrado, a poco que los dos extranjeros hubieran dado algo al resto de jugadores estaríamos hablando de luchar por todo, con un De la Fuente estelar y toda la corte de pucelanos aportando lo mucho o poco que pueden, de verdad que es triste ver la actitud de los llamados a marcar diferencias.
Es labor de todos que no caiga la ilusión entre los aficionados que a falta de ver calidad en esta Liga ponemos fidelidad a un nuevo proyecto.
Las noticias positivas vienen del balonmano, del extinto club aplicaría lo escrito antes para el baloncesto, del nuevo muchas cosas y casi todas buenas, crecer sabiendo crecer ese debe de ser el objetivo y tanto en masculino como las chicas del Aula están dando los pasos ciertos.
Y el Rugby pues como casi siempre, él Quesos líder y el Chami pues segundo, el domingo derby por todo lo alto, los de El Salvador después de tocar fondo económicamente han levantado el vuelo mirando hacia adentro, los del VRAC bajo el control de mi amigo y ex compañero de Colegio José Antonio Garrote siguen creciendo en un deporte que sigue dejando títulos para la Ciudad.
Volver a contar con todos nuestros Equipos al más alto nivel es ahora una utopía pero no debe de dejar de ser un objetivo, el balonmano lo hará, baloncesto y fútbol me temo que costará tiempo, mucho tiempo.
Un saludo.
