ENTRENAR ES CASI LO DE MENOS.
Y es que es verdad, cualquiera podría entrar
en una pista y ponerse a dirigir un Equipo, me acuerdo de la película “La vieja
música” dirigida por Mario Camus, donde un emigrante uruguayo (Federico Luppi),
huido de su País por asuntos políticos, se presenta en Lugo como Entrenador de
Baloncesto sin saber nada de nada de nuestro deporte.
La trama tiene su encanto por ser el
Breogán y por ser Lugo, un Club y una Ciudad a los que tanto me unen personal y
profesionalmente.
Hace años coincidimos en un viaje de Equipo
en el aeropuerto de Gran Canaria con el actor Federico Luppi, me fui hacia él y
le dije, “buenos días, encantado de conocerlo, yo sí soy el Entrenador del
Breogán”, él muy gracioso contestó, “che, yo también lo fui, aunque fue en una película,
mucho gusto”, charlamos un rato y la verdad es una anécdota que recuerdo
siempre con mucho cariño.
Utilizo este pequeño relato para hablar de
nuestra Profesión, mucha gente piensa que el trabajo de un Técnico se resume en
hacer unos ejercicios en la pista, dirigir un partido y hablar con la prensa y
creo que son las tres cosas más banales que un Entrenador tiene que afrontar.
Programar el trabajo a realizar, en la globalidad
de una temporada, de una semana de entrenamientos o de un entrenamiento en sí
mismo, donde las cargas de cada ejercicio, intensidad y duración deben de ir
absolutamente de la mano con la programación física, para no caer en
sobrecargas y problemas médicos que deriven en lesiones.
Pero….y fuera de la pista, la convivencia
con los Jugadores, con el resto del Cuadro Técnico, con los Directivos con la
propia Prensa o Aficionados, ahí es donde radica la clave del discurrir de la
vida de un Entrenador.
Y que quede claro que un Entrenador solo
vive de los resultados, ganar es ganar y perder es la antesala de problemas,
por eso yo siempre quiero que mis jugadores sean conscientes de la diferencia
de vida entre vivir ganando o vivir perdiendo.
La empatía para poder entender lo que pasa
por la cabeza de una plantilla de 15 jugadores donde la diferencia de edad va
desde los 35 años a los 19, de aquellos que inician su cuesta abajo física y la
suplen con su experiencia con otros que a falta del conocimiento ponen su
exuberancia juvenil como carta de presentación.
Donde conviven distintas nacionalidades,
idiomas, culturas y formas de vivir, descansar y alimentarse.
El coctel explosivo se completa con los hábitos
de entrenamientos, aquellos a los que les gusta trabajar duro y otros que se
reservan para la competición.
No es fácil, no.
Por eso siempre he pensado que lo primero
que un Entrenador debe de ser es HONESTO, consigo mismo y con los que les
rodean.
Para mí todos los jugadores son iguales
excepto….en el salario que cada uno recibe, a partir de ahí el tratamiento debe
de ser el mismo con todos ellos y las exigencias también, después el
rendimiento debe de ser proporcional al salario y a la importancia que cada uno
tiene dentro del Equipo.
Decía Manel Comas, al que siempre recurro
en lectura de situaciones que, “Los Jugadores tienen que hacer…….El Entrenador tiene
que hacer-hacer”.
Lo que pasa por la cabeza de cada jugador
en un entrenamiento o en un partido muchas veces se escapa al control de los
Técnicos, si ha descansado mal, le ha sentado mal la comida, ha discutido en
casa o hay problemas más graves familiares, si no recibió el salario, si
simplemente está cansado, son factores que determinan el rendimiento del
atleta.
Por eso siempre hablo de la concentración
como base para el entrenamiento y la competición de alto nivel, ser Profesional
no contempla solo el firmar un contrato y cobrar un dinero, ser Profesional
implica también unas obligaciones de cuidado personal y de auto control mental,
aquel que lleva sus problemas a su trabajo no está cumpliendo con la primera
premisa exigida en cualquier índole laboral.
Personalmente yo he pasado por un mes muy difícil,
a la operación para extirpar un tumor del cerebro a mi padre apenas una semana
antes de venirme a Brasil, se unió el accidente de tráfico que sufrimos en la
M-40 de Madrid donde un imbécil-hijo de puta, haciendo zigzag adelantando, nos
llevo por delante y casi nos deja en el asfalto, ahora metidos de lleno en
pleitos con seguros te das cuenta de que lo más importante es seguir vivos.
En unos días, Clara y Ana estarán ya en
España y Celia en pleno proceso de adaptación en San Antonio (USA), ya son
casos ya para que la cabeza tenga tendencia a perderse.
Mi objetivo está ahí, seguir centrado en mi trabajo, absolutamente centrado.
Mi objetivo está ahí, seguir centrado en mi trabajo, absolutamente centrado.
Un saludo.
Este post es una buena de lección de...... BALONCESTO. Animo, Unha aperta. Tito
ResponderEliminarAnimo Paco y para delante como deciis los castellanos.
ResponderEliminar