LALO GARCÍA TELLEZ EN EL RECUERDO. DEP.
Me había negado durante estas últimas semanas a escribir
nada sobre él, la esperanza de que volviera, de que hubiera buscado un cambio
de vida no me dejaba escribir, hoy todas esas hipótesis que muchos han defendido
por el amor y el cariño que profesaban por Lalo se han desgraciadamente
despejado.
Hoy ha aparecido su cadáver en el rio Pisuerga, al
lado, no podía ser de otra manera de su Pabellón Polideportivo, mucho se le ha
buscado y estaba ahí, de donde nunca se fue y de donde nunca se ira, pues si
Lalo era leyenda viva del deporte vallisoletano, ahora se convierte en un mito
para las generaciones que vienen.
Su camiseta seguirá colgada del techo, nadie llevará su
número cinco y él continuará siendo el eterno Capitán, el que tenía que hablar
en los actos, recoger los premios y los reconocimientos, el que ayudaba a los
nuevos cuando llegaban al Equipo, ya fueran jugadores, técnicos o empleados, el
que siempre tenía una sonrisa afectiva aun cuando más “jodido” estaba o una
palabra amable y de apoyo.
Pienso en su madre, en su tía, en sus hermanas, en sus
hijos, cuanto dolor, todos los que queríamos a Lalo no podemos evitar hoy estar
absolutamente derrotados pues este partido, el de la vida, lo hemos perdido
todos.
Siendo yo un joven Entrenador en el Colegio Lourdes, Javier
Alonso (Médico del Equipo y me lo imagino roto por el dolor al igual que a
Miguel Ángel Salcedo) y Luis Martín Moratinos por entonces Entrenadores en el
Colegio, no pararon hasta que Lalo llegó procedente de La Salle, en poco tiempo
su físico portentoso le hizo liderar a toda una generación, aún recuerdo aquel
Campeonato de España de Menorca con Quino Salvo de Entrenador.
Pepe Laso lo subió al primer Equipo y lo hizo debutar
con apenas diecisiete años en ACB, después, trece temporadas siendo el alma de
este club hasta que su físico ese que lo encumbró comenzó a dar síntomas de
flaqueza.
Tomó la cartera de Fórum Filatélico, Fernando su padre había
fallecido víctima de un cáncer poco tiempo antes, a partir de ahí, un cruel
carrusel de desgracias que han acompañado la vida de Lalo hasta que ha puesto
fin a todo.
Yo fui su Entrenador en la temporada 96-97, mi debut
ACB no fue nada fácil, tomé el mando de un Equipo último clasificado y con la
ayuda de todos conseguimos salvar el año haciendo una segunda vuelta magnifica
y un playoff frente a Fuenlabrada rotundo.
Diez años después en mi segunda etapa como primer
Entrenador y tras la caída de Fórum Filatélico, yo le propuse a Javier Herrero
la entrada de nuevo en el Club de Lalo como Director Deportivo tras la salida
del hoy Presidente Sunil Bhardwaj, el destino quiso que luego me tuviera que
destituir, cosas de nuestro trabajo.
Lalo, no sólo era el escolta titular, era mi apoyo
dentro del vestuario, algo que dominaba por su carisma y su experiencia,
respetaba a todos y por todos era respetado, no hay y puedo estar seguro de
ello un solo compañero de Equipo o un solo Entrenador que hoy al conocer la
noticia no se haya derrumbado como me ha pasado a mí.
Mi homenaje personal ha sido explicar a mis jugadores
de Mogi das Cruzes quien fue Lalo García.
Mi recuerdo siempre tendrá su sonrisa, sus bromas, sus
imitaciones, su saber estar, sus contraataques terminados a dos manos, su
defensa y los muchos momentos compartidos que no me quito de la cabeza.
Lalo García, mi jugador, mi amigo, mi jefe.
Descanse en Paz.
Si fue tu jugador, tu amigo y tu jefe, y te has tomado tu tiempo para rendirle homenaje, es que a buen seguro lo merecía. A veces la vida nos puede. Gracias, Paco.
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