martes, 11 de febrero de 2014

LA SUERTE, UN FACTOR INCONTROLABLE.

LA SUERTE, UN FACTOR INCONTROLABLE.

Cuando me he recreado por tercera vez con la Final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona, en medio de todas las dudas del mundo ante nuestra racha de derrotas consecutivas en los últimos segundos, no puedo por menos que llegar a una conclusión tan banal como real, la suerte define partidos, tanto o más que la calidad individual.

El Madrid, que tenía ganado el partido con poco más de medio minuto y siete puntos de ventaja, vio como una serie de situaciones permiten al Barcelona revertir el marcador y tomar la delantera con apenas ocho segundos por jugarse.


Un rebote de tiro libre, aunque la verdad es mas un rechace, la canasta posterior, una pérdida de balón en campo de ataque tras tiempo muerto, cuando tan solo había que asegurar la recepción y esperar la falta, y una personal de 2+1 a Olesson que ponía en ventaja a los de Pascual, hacían presagiar una debacle táctica difícil de explicar en esos instantes finales.

Para colmo, Laso ya no tenía tiempos que pedir (aunque eso a veces sigo pensando que es una ventaja, yo gane en el Palau Blaugrana al Barcelona con el Tenerife, en una acción similar de Pedro Robles y estoy seguro de que si tengo el minuto no hubiéramos ganado).

Así que fiándolo todo a la calidad individual, Sergio Rodríguez manejó los últimos siete segundos buscando el error defensivo rival, que llegó en una mala ayuda de lado fuerte y que permitió dejar libre a Llull en el lateral del ataque blanco.


Ahí, la calidad individual aparece, pase perfecto al gesto de tiro y suspensión también perfecta para matar la Final.

Suerte alineada en varias acciones o calidad individual para ejecutar de una manera impecable la acción, está claro que cuando juegan dos de los mejores Equipos de Europa y en ellos actúan muchos de los mejores jugadores del continente y a las ordenes de los mejores Técnicos, todo es más fácil.

Nosotros (Mogi das Cruzes), perdimos el sábado en la segunda prórroga ante Palmeiras, ni voy a hablar de las ausencias e infortunios que nos persiguen, a estas alturas y tras perder el décimo partido en final ajustado de doce disputados, veo meigas y fantasmas por todos los lados, pues desde luego no es normal.

La temporada pasada, con una plantilla, entiendo que de peor calidad, jugamos once partidos a los últimos segundos, ganando cinco de ellos, algo mucho más lógico desde luego.

Solo relato dos acciones que decantan nuestro último partido, con empate a 71 y apenas 30 segundos para terminar el juego, defendemos de una forma perfecta, recuperamos el balón, se nos escapa de las manos y en la lucha marcada por los Árbitros, la bandera da balón al rival.

Defendimos esos últimos 4 segundos que restaban y así encarar la primera de las dos prorrogas.

En ese tiempo extra, con empate a 83 y posesión final en nuestras manos, Gustavo Lima resbala al pasar medio campo y en la lucha marcada otra vez por los jueces, el balón es de nuevo para Palmeiras, dándoles otra vez la oportunidad para ganar el partido, pues la bandera marca de nuevo que quien tiene la última bola son los locales.

Es un ejemplo que alguno puede considerar absurdo, pero aparte de la calidad individual, de la que nosotros escaseamos por momentos, la suerte de esos últimos segundos nos está siendo tan esquiva como maravillosa aliada para el Campeón Real Madrid el pasado domingo.

Desde estas líneas vaya también mi felicitación para ellos, su modelo de juego y de gestión de grupo encumbra a Pablo Laso a lo más alto, lo fue como jugador y ahora lo es como Técnico.


Un saludo.

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