MIS
RECUERDOS CON MANEL.
Son unos días donde es imposible evadir la mente de los recuerdos, fuí Entrenador Ayudante de Manel Comas en el TAU Baskonia las temporadas 93-94 y
94-95, mucho tiempo juntos, Manel era muy absorbente, muchos entrenos, viajes,
partidos, tertulias…
Con
este articulo, quiero rendir mi tributo personal a la persona, al entrenador y
al amigo.
La
primera vez que hable personalmente con Manel fue por el año 84, su Equipo el
Licor 43, había perdido en Valladolid con una inverosímil canasta de Samuel
Puente desde su propia cancha.
Ahogaba
las penas junto a su inseparable ayudante en una discoteca, me acerque a él con miedo a su reacción, terminamos hablando durante un buen rato, detrás de su
apariencia de hombre duro, estaba la persona que nunca renunciaba a charlar con
quien mostrara educación e interés.
Nueve
años después, Manel fichó en Vitoria, yo llevaba dos años trabajando en el
Club, a las ordenes de Herb Brown y unos meses con Iñaki Iriarte, había estado durante
el verano con la Selección sub22 y aunque me habían confirmado en mi puesto no había
tenido ninguna entrevista con el nuevo Entrenador.
La
temporada empezó con una concentración en Biescas, apenas unos kilómetros de
recorrido bastaron para activar un feeling que se desarrollo a una velocidad
vertiginosa.
Me
consta que Manel siempre ha respetado y valorado a sus ayudantes, se ha apoyado
en ellos y siempre ha presumido de todos los que nos hemos formado a su lado.
Cuando
llego a Vitoria, el bagaje del Baskonia apenas se cifraba en una Copa de la
Asociación de Clubs y una semifinal perdida contra el Real Madrid en la Liga
ACB, hablaba de ganar títulos de ser grandes, sonaba utópico, pero si hay algo que
tenía Manel era que convencía a todos los que le rodeaban de lo que planteaba,
por eso sacaba el rendimiento que sacaba a sus jugadores y equipos.
Encontró
en Josean Kerejeta a su media naranja en cuanto a relación laboral y de amistad,
congeniaban en la ambición y divergían en cuanto a caracteres, uno era
extrovertido y hablador, el Presidente todo lo contrario.
Siempre
presumo de haber tenido la suerte de poder ser parte de la historia de un Club
que se atrevió a ser grande, (como dice el Libro de Sergio Vegas y Rubén Gazapo),
ese discurso ambicioso y un poco “chulesco” de Manel iba tomando forma, en su
primer año, se jugaron dos finales, las dos se escaparon.
La
de la Copa del Rey en Sevilla frente al Barcelona, llena de incidentes, fuera y
dentro de la pista y la de la Copa de Europa en Lausana frente al Olimpia de
Lujbiana, donde un “desconido” Roman Horvat nos metio34 puntos, a nosotros y a
los más de tres mil baskonistas que demostraron que solo se podía ser grande
con una afición grande.
Al
año siguiente repetimos y mejoramos la historia, se volvió a llegar y se volvió
perder la Final de la Copa de Europa, esta vez en Estambul frente a la Benetton
de Treviso de Naumoski, Woolrigde, Pittis, un equipazo.
Volvimos
a llegar a la final de la Copa del Rey, esta vez en Granada y ante el CAI, se
ganó y se abrió esa puerta para que el Baskonia encontrara un sitio entre los
grandes.
Entrando
en el hito histórico que solo Manel podía hacer por “cabezota”, tri-pitió al
año siguiente Final de Copa de Europa, se jugó en Vitoria ante el PAOK de Salónica
y por fin se ganó el primer titulo europeo que se había escapado por dos veces.
Si
Manel hubiera sido un tío con suerte podría haber tenido un historial de
títulos a la altura de los mejores de Europa, con el Baskonia perdió tres
finales, también alguna con el CAI, a las finales había que llegar y él conocía
ese camino.
Sin
entrar a valorar una vida personal que no fue un camino de rosas y que él sabia
muy bien preservar a los demás, si hay algo que pueda definirle es que siempre
dijo e hizo lo que quiso, aún sabiendo que en ocasiones le podía generar más de
un problema.
Recuerdo
alguna rueda de prensa, donde mis patadas por debajo de la mesa no conseguían frenarle,
aquella en Badalona trás el tiempo muerto de Obradovic, la devolución del TM, en
Córdoba en la Copa del Rey, algunas criticas ácidas hacia algún arbitraje “mas
pendiente de la rubia de la grada”… que de arbitrar, los mensajes a la prensa y
jugadores, yo siempre a su lado nunca podre agradecer que él quisiera que sus
ayudantes le acompañaran en esas comparecencias.
Hombre
de verbo fácil, de las tertulias, de las sobremesas, la cañita con unas aceitunas
a mediodía el día de partido, el café (uno de los muchos que tomaba a diario),
antes de salir para el pabellón a jugar, (normalmente con Peras y Pablo al
lado), fiel a cenar después de los partidos, aunque se hubiera perdido….y aunque
no cenara nada.
Gusto
por lo bueno, por la calidad y generoso, siempre generoso con los demás, no creo
que en esos dos años que compartimos vida, pudiera pagar mas de dos veces algo
y seria coincidiendo con mi cumpleaños, él hacia respetar las jerarquías y
siempre decía que cuando fuera primer Entrenador se dejaría entonces invitar.
Pagó
el viaje de mi mujer a Estambul a la Final de la Copa de Europa, embarazada de
Celia, es mi regalo, justificó al hacerlo.
Conmigo
fuera del Baskonia, forzó para que yo no faltara a la recepción del Rey al
Equipo en el Palacio de la Zarzuela, algo que jamás podré agradecer los suficiente,
detallista al máximo con lo que él valoraba.
Muchas
horas de aeropuertos, de autobús, muchas por Europa, sabia hablar, ha sido de las
personas mas preparadas que he conocido, químico de estudios, músico de ocio y
ENTRENADOR de profesión, podías sacar el tema que quisieras que él tenia
conocimiento.
Duro
en la pista, no regalaba nada, entrenando sabia sacar a cada uno el máximo y
llegar a los partidos plenos de fuerza física y mental, esa que él lideraba
exquisitamente.
Llegaba
por las mañanas con la cabeza puesta en una jugada, la dibujaba, la exponía y
la entrenábamos, para mí sin duda es un autentico referente en baloncesto de ataque,
sistemas, opciones, lectura del juego, su tres grande (Marcelo o Santi Abad), que
tanto gustaba poner en pista, marco el salto de Equipo grande.
Las
reuniones después de una derrota, dibujando la barca con remeros donde había uno
que remaba en contra o haciendo sacar a los jugadores a dibujar en la pizarra
las jugadas, sabia que tecla tocar para activarnos siempre a todos.
Anécdotas
podría contar muchas, la pizarra en la final de la Copa de Sevilla, algún entreno
inmediatamente después de perder, “ha cambiarse y ha entrenar” y
familiares, prensa, amigos, esperando a que terminara el “castigo”, el horario “Michelin”
que instauró y bautizó por la factoría cercana al Pabellón Araba, sus tiras y
aflojas con Abad, muchas, algunas muy buenas, de recordar como a él le gustaba,
de tertulia después de cenar y con el chupito de JB, el cigarro y el café.
Desde
luego si algún día alguien considera poner la asignatura de Historia del
baloncesto español, en los Cursos de Entrenador, Manel tendrá un sitio de honor
en esa historia que el escribió.
Ha
sido uno de mis Maestros, he tenido la suerte de trabajar al lado de
Entrenadores muy buenos, de los que he aprendido un oficio que se ha convertido
en mí profesión, Manel Comas nos ha dejado, como hace unos meses lo hizo Ary
Vidal en Brasil, mi respeto y mi recuerdo siempre estarán con ellos.
P.D.
Gracias Pablo por tus emocionadas palabras tras ser Campeón de Liga, todos los
que le conocimos sabemos que Manel también estará orgulloso y agradecido.
Un
saludo.
Excelente texto, com muito sentimento, as memórias não se apagam e aqueles que são grandes sempre ficam connosco.
ResponderEliminarJorge Resende(CBViana)
Cuando alguien que ha calado hondo en nosotros nos deja, algo de él queda en nosotros y algo de nosotros se va con él. Grande Manel!
ResponderEliminar