Y DE REPENTE LA VIDA TE PUEDE VOLVER A CAMBIAR.

Y DE REPENTE LA VIDA TE PUEDE VOLVER A CAMBIAR.

Hace ya más de un mes que estoy entrenando al Equipo Pre Infantil del C.D. Lourdes en Valladolid, me siento otra vez Entrenador, preparo cada sesión con mimo, intentando no repetir ejercicios, buscando motivaciones a través de la técnica individual, de sus repeticiones y de las respuestas a cada problema.

Noto la atención de los chicos en cada explicación, me sube la autoestima después de cada entrenamiento, percibo sus ganas de aprender y ellos mis ganas de enseñar.

 

Es una edad difícil para el baloncesto, cambio de pista, de canasta, de balón, muchas adaptaciones en muy poco tiempo, entrenamos un día conceptos defensivos, colocación, uso del cuerpo y las manos, mejorar la intuición, pequeños detalles sin llenarles la cabeza de absurdas y tempranas ideas tácticas.

Otro día es sólo técnica individual, botar, pasar, tirar, mejorar los gestos, conocer para que se usa cada uno de los recursos que enseñamos, el entreno podría ser una jaula de grillos, no lo es.

23 jugadores juntos son muchos, pues unimos los dos grupos del mismo año para evitar demasiadas diferencias, el orden y la disciplina

Hacen el resto.

El tercer día de entreno es dedicado a los conceptos de juego en equipo, juegan cinco jugadores en la pista y todos ellos deben de tocar el balón, sentirse importantes y tener la opción de anotar.

 

Mientras disfruto de la progresión en estas cinco semanas, como si el efecto llamada existiera de verdad surgen posibles propuestas de trabajo.

Desde África y no de mi Selección del año pasado, me han encargado un pequeño proyecto de cara a preparar el Afrobasket del 2013, con toda la ilusión que me caracteriza me he puesto a ello y en dos días ya lo tenían allí, si sirve para abrir una puerta de trabajo, bienvenido sea, si no es así, tranquilidad.

Siempre he dicho que trabajo llama a trabajo.

Ha entrado con fuerza esta semana una opción para volver a entrenar en profesionales, es lejos, pero ¿qué futuro ofrece España?, si la oferta es en firme haré las maletas y vuelta a empezar, llevo así 27 años, pocas cosas domino tanto como abrir proyectos y entusiasmarme con ellos.

La mayor pena después de dejar mi familia, mis amigos y mi ciudad, será dejar a los niños del Lourdes, quién sabe lo que el futuro te reserva.

Siempre he sido de mirar hacia delante y ahora es otro momento de no achantarse, siempre pienso que lo bueno está por llegar.

Continuará….