martes, 8 de marzo de 2011

AÑOS 80. 3ªparte. Temporadas 87-88, 88-89, 89-90 Juver Murcia

Felipe Coello, Entrenador del Juver de Murcia en la extinta 1ªB. (hoy sería la LEB Oro), enterado de que había dejado el Fórum Valladolid, me invito a pasar un fin de semana en su casa murciana, tenían partido contra Badajoz.
Con la buena relación que habíamos hecho en el Eurobasket de Atenas, me apetecía volver a verlo, Felipe transmitía mucha pasión por nuestro deporte. A día de hoy 24 años después aún lo hace.
Habíamos hablado mucho de baloncesto, de jugadores, de lo que se empezaba a construir en Murcia, en fin era una excelente oportunidad de conocer un sitio nuevo.
Aquel fin de semana, creo que cambio mi vida, el partido lo gano el Juver, hubo una movida tremenda en el final del partido con Martín Fariñas, Entrenador del  Badajoz, me volví a ver con aquellos que tan bien se habían portado conmigo y que fueron unos increíbles anfitriones en mi visita.
Felipe me propuso el fichar con ellos, ser su Ayudante en el primer equipo, entrenar al Junior y crear una Escuela de Baloncesto en la Ciudad, volví a Valladolid, se lo dije a mis padres, a mi hoy mujer, Ana y tres días después me estaba instalando en Churra, localidad cercana a la Capital y sede de la fábrica de zumos Juver.
Era la primera vez que vivía fuera de mi casa, una cosa es viajar mucho y otra instalarte y tener un rigor de vida propio, la suerte es que  la casa tenía unos vecinos muy especiales, los padres de Juan Valverde, Don José y Doña Josefa, que me cuidaron como a un nieto más.
La Familia Valverde con Juan y Fina, sus hijas, sus amigos, Felipe, todos ellos se convirtieron en MI FAMILIA MURCIANA, una vez instalado era momento de ponerse a trabajar.


El Equipo Profesional, estaba liderado por el primer “mito” en el baloncesto murciano, Randy Owens, un alero alto anotador, capaz de hacer muchas cosas en el campo, ya había jugado en Murcia  la temporada anterior y ahora en una División de mucho nivel mantenía sus puntos como referencia clara.
Le acompañaba el pívot Williams, mi querido “Morti”, José Luis Subías,  Aparisi, Guillermo Cejas…
No fue un mal año, jugamos play-off contra Tenerife, que nos eliminó en una Temporada que se convirtió en la de la ampliación de la ACB, ascendieron 8 Equipos y nosotros nos quedamos en esa eliminatoria.
La Temporada termino con un desgraciado accidente de tráfico de nuestro base Alfredo Aranda, las secuelas de aquello le impedirían después ser el jugador que prometía.
El Club daba muestras claras de querer crecer, de ambición (algo normal si estaba Juan Valverde detrás), él quería poner al Equipo arriba, hubiera sido muy pronto aquel año, posiblemente sí, pero el perder solo era retrasar lo que se buscaba.
Yo entrene al Junior, ganamos la Liga Provincial, no sin amenaza de plante por un problema del Club con el comité de Árbitros de Murcia.
Marcamos un rigor de trabajo y de exigencia alto, que nos trajo más de un problema, pero fue el primer paso para crear una estructura de base,  en muchos sectores de la Ciudad no estaba bien visto el que vinieran de fuera a entrenar lo de casa.
Jugamos un sector previo de Campeonato de España donde ganó el Maristas de Málaga, entrenado por Juanma Rodríguez, años después Director Deportivo del  Unicaja.
De aquel Equipo, Juanjo, Esteban Montesinos, Juanito “la ñora”, Michel, Tano, etc… acabare poniendo a todos o casi.
Varios jugadores subieron a entrenar e incluso a jugar minutos en el primer Equipo.
Montamos una Escuela en las pistas exteriores del Pabellón Cagigal, la respuesta fue tremenda, mas de 100 niños, ni teníamos pistas ni monitores que eran mis jugadores del  junior.
En aquella escuela, pasó aun sin tener la edad, que si la altura, el hijo de Yolanda y José Ángel Martín de Francisco “Morti”, Nacho, hoy jugador ACB del Blancos de Rueda en Valladolid.
Había sido un año muy completo, de mucho trabajo, pero con grandes recompensas morales, crecer y ver crecer es algo que no se paga con dinero.
Felipe se casó con Marga, su intención era dejar de entrenar y pasar a formar parte del Club en otras funciones, la figura del Director Deportivo iba tomando forma, el Gerente, Dani  Barceló, mano derecha de Valverde, sabia y mucho de futbol, pero de básquet aun le quedaba recorrido.
Acudimos al Preolímpico de Rotterdam en Junio del 88, Felipe, Barceló, Valverde, Chano Méndez y yo, fichar no podíamos fichar pero si dejarse ver y en eso el Juver  cada día mejoraba.
Conocí Directivos, Entrenadores, y Periodistas, que lejos me parecía un año antes Atenas, pensión, bocatas, metro, y alojado ahora en un cuatro estrellas, comiendo en buenos restaurantes y viajando en taxi por Holanda.
Al regreso a Murcia, Juan Valverde fichó como Entrenador a Ary Ventura Vidal, Seleccionador de Brasil, de Oscar Schmidt, Marcel, Gerson, Israel, era la Selección de moda, había ganado antes de los Juegos de Seúl 88 a USA en Indianápolis, en los Juegos Panamericanos.
Ary vino a Murcia con su esposa, firmo el contrato y me los lleve como ”experto  cicerone” por toda Andalucía, Granada, Sevilla, Málaga, no quedo nada por ver, quería conocer  la gastronomía, los toros, el flamenco y lo conocimos todo, las instrucciones de Valverde eran claras, que estuviera contento así que “a todo trapo”.
TEMPORADA 88-89.
Como las Olimpiadas de Seúl, eran a principios de Septiembre, Ary no podía incorporarse al Juver, hasta mediados, así que Felipe Coello, dirigió la Pretemporada, e incluso los primeros cuatro partidos de Liga.
Cuando Ary tomo el mando, quiso hacer su baloncesto, pero evidentemente, faltaban los puntos de “mano santa Schmidt”, y los rebotes de Gerson e Israel.  Esto era la Primera “B” española y no nos fue bien.
Sus ideas vanguardistas llegaron demasiado pronto, parar y tirar de tres puntos en contraataque, algo lógico hoy día, era visto como una locura, entrenaba tiros libres con los ojos tapados y otros tantos detalles, vivía para su baloncesto, hombre de hablar, de anécdotas, de sobremesa con sus cigarrillos, sus cafés y su chupitos de whisky, todo esto con una operación a corazón abierto años atrás…. Yo que compartía habitación con él en los viajes, lo pasaba fatal, siempre me decía donde llevaba su pastilla vasodilatador,  por si le pasara algo.
Un buen tipo, una buena persona, y un muy buen Entrenador, pero desubicado en el lugar y posiblemente en el tiempo.
Dejo un fichaje, tan decisivo en el campo como polémico lo fue, fuera de el. El alero argentino Esteban Pérez llego al Equipo para revolucionar la Liga. Consiguió su dni y a jugar.
Sus métodos de entrenamiento, tres horas de tiro sin desgaste, por la mañana y dos horas de entrenamiento por la tarde, era algo habitual varios días a la semana, fue su tumba, los Entrenadores vivimos de los Jugadores y si estos no te quieren, la cuerda se rompe siempre por el mismo sitio.
Ary fue cesado apenas empezó la segunda vuelta, Felipe no quiso coger el Equipo y el Ayudante Paco García sin haber cumplido los 22 años debutaba como Primer Entrenador en la segunda Liga española.
Llegamos a tiempo para jugar los Play-off, el Caixa Orense de Ángel Navarro, en el tercer partido y en un Pazo Paco paz lleno nos eliminó, ese 2-1 y las palabras de aliento de Navarro tras el último partido es un recuerdo que no se olvida.
Aquel Orense ascendió después a ACB en una dramática eliminatoria a cinco partidos con el Caja Madrid de Tirso Lorente.
En el regreso a Murcia en tren, Valverde me ofrece el Equipo para el año próximo, como decir que no, a esa edad siempre quieres más, sin valorar los riesgos que te puedes encontrar.

En apenas 4 años, había pasado de un patio de colegio, a ser ayudante de Mario Pesquera, de Felipe Coello y de Ary Vidal,  había debutado ya en 1ªB, que mas podía pedir.
Ese Equipo, con Nicolau, Morti, Paco Solsona, Quique Azcon,”chino” Sanz, Paco Martín, tenía como extranjero a Mike Schultz, ya desaparecido.
No estábamos lejos del objetivo pero teníamos que mejorar el Equipo.
Confirmado como Entrenador, que no firmado, en el verano del 89 y siguiendo la tendencia existente en el baloncesto nacional de empezar a mirar jugadores de Sudamérica, el Baskonia había incorporado a dos jóvenes promesas Nicola y Guiñazu, nos fuimos a Argentina.
A nosotros el fichaje de Esteban Pérez, ya nos abría mercado, me fui junto a Dani Barceló que tenía contactos allá, por su pasado futbolero como Secretario Técnico del Real Murcia.
Estuvimos más de un mes, bajamos a Bahía Blanca, cuna del baloncesto argentino, incluso acudimos a la boda de Esteban, fichamos a Rubén Ariel Scolari, pívot de la Selección y tuvimos cerrado el fichaje de Gaby Díaz, un excelente alero que luego hizo carrera en Italia, su Presidente en Pacifico de B.B. aborto la operación.
Dani se movía de maravilla en Buenos Aires, vimos baloncesto, vimos futbol, conocimos y compartimos mesa y muy largas tertulias con Periodistas (Quique Nocent), con Entrenadores (León Najnudel) y sin duda, es de esos viajes que nunca se olvidan.

TEMPORADA 89-90.
Con el Club ya asentado socialmente, federativamente, con una buena imagen y un buen sponsor, esta tenía que ser la temporada del ascenso.
Formamos un excelente Equipo, llego Miki Abarca, el pívot Adolfo Fernández, los argentinos, manteníamos mucho bueno del año anterior y la gota de calidad ya iniciada la pretemporada la puso la llegada de J. Davalillo.
Nos fuimos de Stage a Font Romeu, en los Pirineos, todo estaba bien planificado, un buen Preparador Físico, y un trabajo excelente nos llevo al inicio de la Competición.
Ganamos con claridad al Gijón de Ed Jhonson, perdimos en cancha del Guadalajara por cuatro puntos, ganamos al CB León de Herreras y Samuel Puente y perdimos por la mínima en cancha del At. Madrid, al regreso, mi cese.
Dicen, “que es una gran chorrada por cierto”, que hasta que no te cesan, no eres Entrenador de verdad, pues yo ya lo era. Que palo.
Mi recuerdo es que, sin tener el contrato firmado, me pagaron 200.000 pts. Y a casa. Es lo que había.
Tras renunciar a seguir en el Club como Entrenador de Cantera o “similar” o incluso cambiar el cargo con mi sucesor en el puesto de Entrenador, Felipe Coello, cogí mis cosas y me volví a Valladolid.
El Equipo, consiguió el Ascenso a la ACB, llego Mike Phillips, un pívot dominador como pocos para acabar de marcar diferencias y en ese Play-Off, con el Obradorio, tan recordado por el caso Esteban Pérez se consiguió el objetivo.
Yo en la distancia, aún dolido, pronto me puse a entrenar, iniciaría así otro reto, este en Palencia.
Con el paso de los años, mi cariño por la familia Valverde no ha desaparecido, ni mucho menos.
Soy Padrino “accidental” del hijo de Felipe,  Juanjo Coello Valverde, y siempre estaré agradecido a la oportunidad que me brindaron de conocerlos, de convivir con ellos.
De todo corazón gracias.

P.D. Autor.: Colgare las fotos de Juver, tardare pero las colgare.






No hay comentarios:

Publicar un comentario