AÑOS  80.  (1ªparte)

A mis amigos del Colegio, nada de Baloncesto.

 Mis amigos, Chuchi, Miguel “El Paja”, Alfredo, Pedrito, Garrote, Paquito Sanz, Juan Carlos, etc…

Lo cierto es, que había jugado o al menos intentado  jugar a futbol, a balonmano, a voley, había practicado judo, pero nada, como esto del baloncesto no había nada.

Mucha culpa tenía mi padre, aficionado a todo, practicante de nada.

Para mí no había nada más grande que con apenas 4-5 años ir a al recién inaugurado Polideportivo Huerta del Rey,  a ver los partidos de baloncesto.

Además en aquellos años había dos equipos de la ciudad en la misma categoría, uno el potente, el cb Valladolid, otro el humilde el Universitario.

 Ver el ambiente del Pabellón, (los días de derby incluso con majorettes) era estupendo,  mi recuerdo del primer  ascenso y aquellos jugadores americanos es algo imborrable.

De todas formas, mis padres siempre me recuerdan que de niño o de chaval, ya insistía en la figura de los Entrenadores, me gustaba hablar de ellos en casa, de Monsalve, de San Juan, de Zorrozúa, que forma de moverse, de protestar, de gesticular, luego supe que todo aquello formaba parte de DIRIGIR un partido.

En fin, corría el año 1982, en Valladolid, yo con 15 años, de aquellas con mis amigos, habíamos jugado un Torneo (de futbito), organizado por el Mundial de Futbol que se celebraba en España, definitivamente y por mucho que me gustara y me guste, el balompié, no era lo mío

Yo ya había entrenado ese año, fue mi comienzo, el Colegio Ponce de León, mi Colegio, pero curiosamente fue a través de un compañero del Equipo donde jugaba, bueno donde entrenaba, por que jugar poco y mal.

Mike Albarran, compañero en el Miñon Lourdes, cantera por aquellas del CB Valladolid, me propuso que le ayudara a entrenar a unas niñas del Ponce, sin saber muy bien donde me metía, allí empezó todo.

Nosotros pintábamos las líneas de la pista del patio recién asfaltado, (que lejos del  Pabellón que tiene el Cole hoy) .  Gestionábamos los gastos del Equipo y por supuesto  íbamos y veníamos a jugar con las niñas todos los sábados.

Hoy que mi hija Celia se ha puesto a entrenar también, veo que eso, poco ha cambiado en el baloncesto de iniciación.

Las niñas, compañeras de mi hermana Cristina que curiosamente no se apunto a jugar, tenían 11 años, ni puñetera idea de jugar y aún menos de cómo entrenarlas nosotros.

El método, el MEJOR, (ensayo/error), simplemente entrenar lo que nosotros entrenábamos con Pedro Guimerá en el Lourdes.

Hice los Cursos de Monitor, aún guardo  con cariño apuntes de Arturo Montequi, creo que a día de hoy siguen siendo de lo mejor que he tenido.

El primer año fue algo así como desesperante, no ganamos ningún partido, pero sí conseguimos un grupo de jugadoras con papeles definidos: las que aprendian  todo y las que era imposible que aprendieran algo.

El segundo año, Campeonas Alevines de Valladolid, fue estupendo, eramos  aprendices de entrenadores y nuestras niñas eran capaces,  cuando coincidían las que sabían botar, pasar y entrar a canasta de hasta ganar una Liga.

Con  aquel Equipo, Marta Represa, Mayca, Irene, Esther, Patricia siguieron compitiendo ya en Infantiles al año siguiente, era la temporada 83-84.

Mi paso al baloncesto masculino con un mini de Ponce era un hecho, además en Lourdes, con Javier Alonso al lado, fui su colaborador (ahora sería entrenador ayudante) del Infantil Masculino, pedazo de Equipo con jugadores como Ángel Muñoz, Larry, Israel, etc…

Para mí Javier, (hoy sigue siendo  medico del CB Valladolid ACB), fue el primer espejo del que de verdad pude aprender cosas para poder entrenar.

Sería injusto no citar como valedores de mis primeros pasos en el entrenamiento del baloncesto, a Luis Martín Moratinos, alma mater de este deporte en el Colegio Lourdes aún a día de hoy, sus pretemporadas sufridas como jugador y planificadas como Entrenador mucho me enseñaron.

Y por supuesto de su hermano Pepe, algún día la historia deportiva de mi Ciudad tendrá que rendir un homenaje como se merece a alguien sin el cual el Minibasquet de Valladolid, no hubiera existido ni existiría en este momento.

Por cierto, de jugador la historia no da para mucho más, acabe sin jugar en los junior del Miñon, breve paso por el CB Delicias, algún sector escolar salvable y punto final, me gustaba tanto entrenar que jugar me parecía aburrido.

Eso sí, al citado Pedro Guimerá,  debo añadir a José Luis Alonso, hermano de Javier, ese sí que era buen Entrenador, aunque no me sacara , “joder” lo que sabia y lo bien que lo explicaba.

L a ubicación de la casa de mis padres, favorecía el triangulo mágico de Ponce-Lourdes-Polideportivo Huerta del Rey. 

Muchos eran los días, que tras entrenar y hacer las tareas del Instituto, pedía permiso a mi madre para cruzar el río y ver entrenar al Miñon o los viernes al equipo que venía de fuera a jugar el sábado.

Así, presumía ante mis amigos de haber visto entrenar a los mejores Entrenadores.

 Hasta Mario Pesquera,  que no quería público en sus entrenos, se tuvo que rendir a la insistencia casi diaria de un chaval en la última fila de la grada.

Los conserjes, alguno incluso ya me ha visto como Entrenador del Fórum, me dejaban pasar con la condición de que no molestara.

Bueno  terminando en los inicios, tras esa temporada 84-85, llegó el verano, fuimos a jugar con el Infantil de Lourdes un Torneo a Portugal, Figueira da Foz, con Javi Alonso.

 Víctor del Tío y nuestro recordado Juan Pablo Arias al frente del equipo de  Enseñanza.

Ya éramos internacionales, o eso me parecía a mí.

Fue De Portugal a Sevilla, mi primer gran aprendizaje de Baloncesto. El Clinic del Descubrimiento, Entrenadores americanos,  europeos y ese Monsalve que tanto me gustaba como hablaba.

Para terminar el verano, Campus en Miranda de Ebro, su Director otro gurú del baloncesto de mi Ciudad,  Joaquín Brizuela, todo exigencia.

Mi valoración es que empezaba a vivir y no me disgustaba esta vida: viajar, trabajar, aprender, disfrutar, pasarlo bien, y encima te pagaban, esto de ser Entrenador me empezaba a enganchar demasiado.

LLEGADA AL “PROFESIONALISMO”.

Agosto de 1985. Valladolid. Temporada 85-86

“alguien dijo, que lo más importante es estar en el momento justo a la hora justa”

Mario Pesquera, Entrenador del Fórum Filatélico, plantea la posibilidad de incorporar a un nuevo ayudante, su perfil está muy definido:

“joven, con ganas de aprender, de trabajar  y que su coste sea mínimo”

Mis valedores estaban en este cuerpo técnico:

 “Michel “González, 2ºEntrenador,

Emilio Martínez,  Delegado,

Luis Martín Moratinos, Preparador Físico,

 Miguel Ángel Salcedo,  Fisioterapeuta,

Javier Alonso, Médico.

Aún recuerdo el día que me citó Mario para entrevistarme, la sede del club en Claudio Moyano era presidida por una foto en la entrada de Nate Davis haciendo un mate, dentro por Gonzalo Gonzalo  que imponía y al que después tanto cariño le tuve.

El encuentro no duró ni diez minutos y hala a trabajar.

El Vicepresidente del Club, Teodoro me dice lo que voy a ganar (5.000 pts) o 30 € de ahora, y como unas castañuelas.

Yo con 18 años, ayudante de un Equipo ACB, con sueldo y todo.

Renuncie a mi futuro periodístico y a través, otra vez de mis valedores en el staff técnico, entré de colaborador en el Servicio de Deportes de la Junta de Castilla y León, horario de 8’30 a 12, después a entrenar.

A las 13’30 escuelas deportivas del  Ayuntamiento y por la tarde de 18 a 20 otra vez con el ACB y luego con Michel al Instituto Ferrari a entrenar al Equipo Junior.

La verdad es que mucho tiempo libre no tenía pero…. A quien le importaba.

Estaba haciendo la carrera de entrenador, un máster, la maestría y lo que me echaran, estaba enganchado, me gustaba, aprendía, pocas cosas me podían recriminar en casa.

Sólo viajaba con el Equipo a desplazamientos cortos, en el día, no era trascendente, ya llegaría mi momento, yo a empaparme de todo y de todos.

La Liga ACB llegó a su fin,  jugamos play-off, nos elimino el CAI y llegaron los sectores previos al Campeonato de España Junior.

En Santander, alojados en el majestuoso hotel Sardinero y con un Equipo tan espectacular en su planta como lamentable  sus resultados, nos quedamos fuera, siendo eliminados por el Skol de Vigo.

Tanto Michel como Entrenador, yo, su ayudante, y todo la cúpula del club con Jorge Bouzas como Gerente nos estampamos de narices con un resultado que sin duda condiciono la inversión de cantera de los siguientes años.

Bueno, espero no haber aburrido demasiado, la idea  es seguir contando mi historia de baloncesto, habrá quien se salga por que no le interese, otros tendrán la curiosidad de alguien que se ha hecho a sí mismo en base a mucho trabajo y mucha ilusión en todo lo que hacía.

Un saludo.